16.2.08

The lost innocence.

Parodia siniestra e ilustre,
de aquel Cesar con alma de Cristo Nietzscheano,
por Cioran>
Judas con alma de Buda.

Una vez reconocida la cepa de la degradación y la maldad en un nuestra persona, todo está perdido. La culpabilidad recae sobre uno y sobre nadie más. Suponerse nacido diáfano e inmaculado es un desvarío intelectual; La ilusión de una inocencia perdida es siempre una especulación banal y perversa. Utopía por excelencia, dirige nuestros esfuerzos hacia la virtud y hacia el bien. No obstante ninguno conoce y/o comprende el concepto, tal como con Mefistófeles que procurando hacer el mal, hace el bien; nosotros, ciegos al orden cósmico, procurando lograr el bien, forjamos el mal.

Todo acto es una modalidad del egoísmo. Manifestación concreta y extrema del comportamiento humano, formula su esencia. Me defino por mis actos, -incapaz de transformar mi naturaleza, me limito a ella-, y procedo de acuerdo a mi carácter.
Libertad de arbitrio, individual. ¿Hasta que limite?

Mis jornadas –agotadoras e inútiles - se rigen por mis inclinaciones. Inconsciente de mis cualidades me conformo a partir de ellas. Pulsaciones ocultas revelan instante a instante mi destino; innegable e insulso.

Why is it that, in spite of all the mirrors in the world, no one really knows what he looks like? *

Perdido el sentido de libertad, abandonada toda posibilidad de cambio, basta esperar (o conformarse con) una muerte placida y laxa. Atonía del determinismo.

The curse of vulgarity puts men on a par with the lower animals, by allowing them none but a generic nature, a generic form of existence. *

Una vida de soledad, carente de genio y de dulzura, eso me espera. Tosca y ordinaria, plagada de bastos y simples menesteres. Además, el conocimiento de mi culpabilidad: aferrándome ciegamente a algo que no me explico; avalo aquello que me transtorna; afirmo mi enfermedad.

-¡Hacia adelante!, sin miramientos- Exclaman. Hace tanto que han (que he) extraviado el rumbo. Se necesita de ingenuidad para sortear adecuadamente todo inconveniente. Idealismo y esperanza, bastante voluntad, e ingentes cantidades de convicción. Ante todo: certeza ciega: fe. Fe en la nada, estupidez deliberada y concisa en la nulidad. Un anhelo más allá de la vulgar ambición, una aspiración modesta y precisa, exacta hasta lo matemático que busque la esencia de la no-esencia. Una fe, carente, libre de creencia: La mirada omnipotente y astuta de un santo desengañado, el temperamento de un personaje beckettiano.

*Schopenhauer