16.11.07

Pathétique.

superbement isoler
languissant d'amour.

Placidamente, conformista e indolente, me dejo llevar. El tiempo avanza irreversible mientras observo taciturno mi decadencia. ¿Qué me queda?
Con un mínimo de perspicacia todo hombre, sin importar su imbécilidad o negligencia, debería reconocerse absurdo. Una farsa día a día se teje frente a sus ojos. La futilidad del individuo tiene un origen tan abismal que de común la olvidamos.
El alcance de mi voluntad es la medida por la cual sere juzgado. El imperativo categórico de Kant dice: "poder, es deber". Ergo, no hay excusa. Sólo la incapacidad puede arguír un subterfugio.
Nací en una sociedad mediocre, enormes vicios profundamente arraigados la someten.
¡Para que seguir! Son mis carencias aquello que me define.

L'illumination, déception foudroyante, dispense une certitude qui transforme le détrompé en délivré. Cioran.

13.11.07

...

There is enough treachery, hatred, violence,
absurdity in the average human being
to supply any given army on any given day.
Bukowski.

Erostratus, incapaz de inmortalizar su nombre a través virtuosas cualidades, hizo arder en llamas el templo de Éfeso; inútiles fueron todos los esfuerzos para evitar que su nombre se divulgara. Penas y castigos no evitaron su fama, sólo la propiciaron aún más. Su memoria trascendió plasmada en forma indeleble en la historia.
No era para menos: Semejante genialidad no desmerecía la gloria humana.

10.11.07

amor fati


Sin luz,
Como sombras,
Las almas de los hombres
Ardiendo en llamas de terrenales pasiones
Desaparecen, para siempre,
De esta vida pasajera.

Yasunari Kawabata.


Credo quia absurdum.
Mi verdadero camino comienza en mi ocaso.

1.11.07

In Vino Veritas.


Soy un intelectual fracasado. Un idiota con pretensiones.
El alcohol, como desinhibidor se reduce a un placer trivial en mí. Soy incapaz de realizar esa comunión humana que produce su intoxicación. No importa la cantidad ni las circunstancias, el efecto es el mismo: la depresión, la abulia.
Me encuentro un tanto embriagado. Hablemos de mí. Tengo 20 años. Mi neurosis alcanza enormes proporciones supongo. Soy mexicano, ergo mediocre.
Conozco a una chica. Mi desideratum es su cuerpo. Ella, bastante más instruida en la vida, sabe lo que quiero: Con pleno gozo en su sadismo, me lo niega. El deseo me atormenta; es hermosa. Conserva todas aquellas cualidades necesarias para engañar a un hombre, sin embargo es un ser prosaico, estúpido. Y sin embargo tan superior a mí.
La mayoría, a mi edad conoce, sabe. De una u otra forma ha alcanzado ese éxtasis ilusorio. El cuerpo humano no es una incógnita para ellos. Lentamente me convenzo de algo> Soy diferente, extraño, mantengo todas las abyectas características de un espíritu vil. La singularidad no aporta cualidades positivas a mi ser.
Por supuesto conozco mi error: Me rebajo por su amor. Pido a desesperados gritos ese asqueroso anhelo: Su sexo. No es culpa mia, la necesidad me forza a actuar irracionalmente.
Estoy seguro no conseguiré nada, ni esta vez, ni nunca. Cada mujer que conozco reconoce en mí la decadencia. Se limita a jugar conmigo y a pesar de la lástima o compasión que inspiro me evita, tras cierto período, metódicamente. No habrá diferencia con ella.

Estoy harto, imploro por una bala en mi temporal izquierdo, que destrocé un hueso y desgarre un par de músculos. Nada más.