Observa bien y hallaras el vacío, y entenderás que dentro de ti no hay nada, sólo ausencia. No existes, no eres. El universo sigue sus reglas, incomprensibles. No puedes entender. No lo intentes. Subsistes, permaneces sin más. Atrapado. Otro animal, uno más. El juego continúa. Satisface tus necesidades y observa> sigues vacío. Insatisfecho. El tiempo avanza, y existes en el mismo instante siempre: el presente irreducible. Y tu pasado es el mismo. Siempre. Las mismas palabras, las mismas voces, los rostros todos iguales. Y la muerte. Sensaciones. Percepción. Observa tu final, es inevitable. Disfruta y maldice. Sigue tu camino, confía en tu suerte. Consuma tu castigo y vaga en la eternidad eternamente. Eres un espectro, un fantasma. Nunca has existido y sin embargo estás aquí. Tú y tu soledad. ¿lo ves? Nadie más. Gestos, gritos, desesperación. Ausencia. Movimiento y locura. Todos, intentando razonablemente intentando. Pretendiendo. Todos tan vacíos, todos muertos. Sombras. El infierno es aquí. Ahora. Disfruta. Recuerda tu inocencia perdida y maldice. Recuerda. Recuerda: Tu existencia se desvanece por fragmentos en el olvido. ¿quién eres ahora? ¿quién has sido? Responde o calla. No hay diferencia, la mecánica celeste es ciega a tu destino. Vicisitudes. Procesos contrarios. Confusión. Caos. Dolor y placer. Observa: tu piel envejece, tu cuerpo decae, la voz en tu cabeza –tu individualidad- se hunde y degenera. ¿Aún anhelas? Recuerda>La esperanza es el castigo de los dioses.
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